Un día, Román lee un anuncio en una revista vieja: “Sea detective”, decía. Y si había algo que a él le gustaba eran los detectives. Román, entusiasmado, se anota en la Escuela de Detectives pero, para llegar a serlo, debe hacer un curso muy particular... Con las precisas instrucciones del Jefe Máximo deberá superar varias pruebas, pero algunas son muy difíciles... ¿lo logrará?